La adultez es una etapa del desarrollo evolutivo del ser humano, que de acuerdo con la Organización Mundial de Salud empieza a partir de los 60 años edad, esta etapa se caracterizada por el envejecimiento físico y deterioro cognitivo de la persona, debido a las experiencias, eventos trágicos, cambios y transformaciones experimentadas por el sujeto lo largo de la vida. Las variaciones que tienen lugar durante la vejez requieren de la creación e implementación de programas orientados a la prevención y promoción de la salud mental, especialmente, de aquellas patologías propias del estadio relacionadas con el aparecimiento de alteraciones cognitivas, pues afecta directamente al funcionamiento y desenvolvimiento de adulto.
Así pues, el deterioro cognitivo de acuerdo con Pérez (2005) tiene dos clasificaciones, en primer lugar, el deterioro muy leve o sin demencia que se distingue por la aparición de olvidos frecuentes en el sujeto, sin afectar a otros procesos cognitivos, provocados en la gran mayoría de casos por la poca estimulación y las constantes preocupaciones sobre la salud. Por otro lado, está el deterioro leve con demencia dudosa, que hace referencia a una afección mas profunda en la memoria y procesos cognitivos superiores, que en ocasiones puede, incluso, afectar a áreas funcionales y sociales de la persona adulta mayor.
De esta manera, el envejecimiento en los seres humano incrementa las probabilidades de padecer algún tipo de deterioro cognitivo, no obstante, el aparecimiento dependerá de los hábitos y estilos de vida; por ello es importante considerar algunas alternativas y estrategias de prevención, con la finalidad de evitar posibles riesgos; además de mejorar la calidad de vida del adulto, para que pueda desenvolverse sin problemas en distintas actividades del día a día (Camargo Hernández y Laguado Jaimes 2017).
Ahora bien, de acuerdo con Benavides-caro (2007) entre las estrategias para prevenir el deterior cognitivo en el adulto mayor esta evitar, fumar, mantener niveles adecuados de hipertensión arterial, controlar la diabetes y cardiopatía, pues de esta manera se previene el aparecimiento de afecciones en áreas como la memoria, orientación, atención, lenguaje y capacidades para realizar cálculos.
Otras alternativas para enfrentar el deterioro cognitivo propuestas por Benavides-caro (2007) consideran la importancia de mantenerse activo a través del ejercicio físico, incorporando rutinas diarias de al menos treinta minutos, para prevenir accidentes cerebrovasculares; además tener una vida social activa evitando caer en el aislamiento, soledad y depresión; también se sugiere buscar nuevos pasatiempos para emplear el tiempo de ocio relacionados a la música, arte, cocina o jardinería, juegos que mejoran el rendimiento cognitiva; finalmente hay que evitar al máximo situaciones de estrés y ansiedad con técnicas y practicas técnicas de relajación como el yoga o la meditación.
Por lo tanto, las alteraciones o déficit cognitivos son patologías de carácter multifactorial, influencias por factores sociales y ambientales, su prevención requiere de evaluaciones integrales con el apoyo de grupos médicos constituidos por especialistas en distintas áreas, para realizar un plan de tratamiento acorde a las necesidades de cada usuario.
Referencias:
Benavides-caro,
Cristina Alexandra. 2007. “Deterioro Cognitivo En El Adulto Mayor.” Ciencias
Holguín XIII(4):1–11.
Camargo Hernández, Katherine Del Consuelo, y Elveny Laguado
Jaimes. 2017. “Grado de Deterioro Cognitivo de Los Adultos Mayores
Institucionalizados En Dos Hogares Para Ancianos Del Área Metropolitana de
Bucaramanga - Santander, Colombia.” Universidad y Salud 19(2):163. doi:
10.22267/rus.171902.79.
Pérez Martínez, Víctor T. 2005. “El Deterioro Cognitivo: Una
Mirada Previsora.” Revista Cubana de Medicina General Integral 21(1–2).
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